A diferencia de las drogas legales (medicamentos, ansiolíticos, etc.), las drogas ilegales, como su nombre lo indica, no cuentan con un régimen legal ni un ente o institución que se encargue de realizar el control de calidad. Por lo que están sujetas a todo tipo de adulteraciones, contaminación y aditivos, haciéndolas aún más peligrosas y potencialmente mortales.
Control de calidad de las drogas
Si bien existen drogas legales que mal administradas pueden ser peligrosas, adictivas o incluso mortales, el marco legal que las ampara permite que sobre ellas se hagan estudios científicos y testeos, de modo tal de poder determinar qué dosis son las apropiadas sin poner en riesgo la salud de los pacientes, las cantidades, la posible interferencia con otros medicamentos, etc. Además, estas drogas están sometidas a un estricto control de pureza y su producción a nivel industrial garantiza que todas las dosis sean exactamente iguales entre sí.
Por su parte, las drogas ilegales no cuentan con este tipo de controles, ya que se producen en forma clandestina y muchas veces son elaboradas por personas no capacitadas para dicha tarea. Es decir, que nunca es posible saber la composición exacta de cada droga ilegal, lo cual es un peligro para la salud de los consumidores. Al desconocer las condiciones de la cadena de producción en algún laboratorio, hasta llegar a nuestra mano (en ocasiones habiendo recorrido cientos de kilómetros), es posible que la droga haya sufrido una o varias alteraciones en el camino, transformando el producto en algo impuro y, por lo tanto, aún más nocivo.
¿Por qué muchas drogas son adulteradas?
Existen varios motivos por los que determinadas drogas ilegales pueden ser adulteradas, pero los motivos principales suelen suelen ser económicos. De esta forma, para aumentar la rentabilidad del negocio ilegal, y aprovechándose de que no existe control alguno, hay quienes con determinada cantidad de principio activo, consiguen más dosis “diluyendo” o mezclando la droga con otros principios más económicos y letales para la salud.
A este tipo de adulteraciones o mezcla se las conoce comúnmente como “corte” y varían dependiendo el tipo de droga. Otras veces, la adulteración responde a los “efectos” o sensaciones que se busca generar en sus consumidores.
¿Con qué se adulteran las drogas?
Se han reportado casos de drogas muy baratas a las que se les han encontrado restos de harina, ibuprofeno y hasta vidrio molido. Otros posibles productos son: cafeína, talco, tiza, yeso, productos de limpieza y compuestos que pueden ser letales como la lidocaína, anfetaminas o la fenacetina.
Anfetaminas
Las anfetaminas son otro ejemplo de adulteración. Esta sustancia se mezcla con ciertas drogas para generar que la persona pueda estar activa y con energías por más tiempo.
Atropina
En el caso de la atropina, se busca estimular el Sistema Nervioso Central para luego deprimirlo, disminuyendo así la transpiración e incrementando el pulso cardíaco.
Levamisol
Se trata de un desparasitante para ganado con el que buscan dar volumen a la droga base.
Aminorex
es usado ya que posee propiedades anfetamínicas que incrementan la sensación de euforia. Este compuesto debilita el sistema inmune incrementando el riesgo de infecciones.
Efectos adversos de las drogas adulteradas
Dado que la mayoría de las veces no se puede determinar la composición de las drogas, es difícil mencionar exhaustivamente todos los efectos que puede generar en nuestro organismo, más aún si tenemos en cuenta que cada organismo es diferente y que muchas veces el consumo de drogas viene de la mano del consumo de alcohol o medicamentos.
Sin embargo, es posible que muchas de las drogas adulteradas causen hipertensión, taquicardia y alucinaciones, pudiendo incluso tener efectos letales para la vida humana.
¿Cómo determinar si una droga está adulterada?
Resulta casi imposible determinar a simple vista si una droga está o no adulterada. Determinar esto implicaría un estudio de laboratorio o con algún agente reactivo que no está al alcance de todos. Es importante saber que, adulteradas o no, el consumo de droga representa de por sí, un riesgo para nuestra salud, convirtiéndose en un riesgo doble si la droga está adulterada.
Se estima que, en las drogas estudiadas, sólo un 50% corresponde a la droga en estado puro. Tal es el caso de la cocaína en la mayoría de los países europeos. A su vez, al no conseguir los efectos deseados con determinada droga, muchas personas consumen mayores cantidades, motivo por el cual las adulteraciones suelen relacionarse con casos de sobredosis o envenenamiento. Existen políticas de reducción de riesgo que plantean la implementación de puestos de especialistas en lugares masivos como recitales y festivales en los que las personas que lo deseen, puedan llevar sus drogas para ser estudiadas y determinar qué grado de adulteración tienen, pero no existe acuerdo entre quienes creen que esa sea una buena medida para reducir riesgos y quienes lo ven como un incentivo a la droga.
Conclusiones
Lo importante es saber que cualquier droga ilegal o no recetada puede ser nociva para nuestra salud, y que si tú o algún ser querido está atravesando un problema de adicciones, es importante actuar cuanto antes.