La adicción se puede enmarcar como un ciclo repetitivo, con tres etapas.
Cada etapa se relaciona y se alimenta de las demás e involucran principalmente tres dominios: prominencia de incentivos, estados emocionales negativos y función ejecutiva.
Los dominios se reflejan en tres regiones clave del cerebro: los ganglios basales, la amígdala extendida y la corteza prefrontal. Una persona puede pasar por este ciclo de tres etapas en el transcurso de semanas o meses, o progresar a través de él varias veces en un día.
Etapa del consumo excesivo de alcohol / intoxicación: recompensa, prominencia de incentivos y hábitos patológicos
- Durante esta etapa, una persona experimenta los efectos gratificantes del alcohol, euforia, reducción de la ansiedad, relajación de las interacciones sociales.
- La activación repetida del sistema de recompensa de los ganglios basales refuerza el comportamiento de consumo de alcohol, aumentando la probabilidad de consumo repetido.
- Esta activación repetida de los ganglios basales también desencadena cambios en la forma en que una persona responde a los estímulos asociados con el consumo de alcohol, como personas específicas, lugares o señales asociadas con el alcohol. Con el tiempo, estos estímulos pueden convertirse en poderosos impulsos de beber alcohol.
- El consumo repetido de alcohol también resulta en cambios en los ganglios basales que conducen a la formación de hábitos, lo que a la larga contribuye al uso compulsivo.
Etapa de afecto negativo/abstinencia: déficits de recompensa y exceso de estrés
- Cuando una persona que es adicta al alcohol deja de beber, experimenta síntomas de abstinencia, o síntomas que son opuestos a los efectos positivos del alcohol que se experimentan al beberlo. Estos síntomas pueden ser físicos (trastornos del sueño, dolor, sentimientos de enfermedad) y emocionales (disforia, irritabilidad, ansiedad y dolor emocional).
- Se cree que los sentimientos negativos asociados con la abstinencia de alcohol provienen de dos fuentes. En primer lugar, una activación disminuida en los sistemas de recompensa, o un déficit de recompensa, de los ganglios basales hace que sea difícil para las personas experimentar los placeres de la vida cotidiana. En segundo lugar, una mayor activación de los sistemas de estrés del cerebro, o un exceso de estrés, en la amígdala extendida contribuye a la ansiedad, la irritabilidad y la inquietud.
- En esta etapa, la persona ya no bebe alcohol por los efectos placenteros (“embriagado”), sino más bien para escapar sentirse “bajo” a lo que ha contribuido el consumo crónico del alcohol.
Etapa de preocupación/anticipación: deseo, impulsividad y función ejecutiva
- Esta es la etapa en la que un individuo busca alcohol nuevamente después de un período de abstinencia. Una persona se preocupa por el alcohol y espera con ansias la próxima vez que lo consumirá.
- La corteza prefrontal, el área del cerebro responsable de la función ejecutiva, incluida la capacidad de organizar pensamientos y actividades, priorizar tareas, administrar el tiempo y tomar decisiones, se ve comprometida en las personas que experimentan adicción al alcohol. Como resultado, esta área del cerebro juega un papel clave en esta etapa.
Si sientes que tu consumo de alcohol está aumentando, busca ayuda profesional antes de caer en el ciclo de la adicción.