Aunque hay la percepción de que el cannabis es algo natural y por lo tanto menos dañino que el tabaco, no es cierto.
El cannabis tiene varios efectos psicológicos y fisiológicos en el cuerpo humano. Los principales efectos del cannabis se deben a los aproximadamente 400 cannabinoides identificados, entre ellos el tetrahidrocannabinol o THC, que se considera el más psicoactivo.
Entre los efectos inmediatos destaca un aumento del ritmo cardiaco y una leve sensación de somnolencia y analgesia moderada, enrojecimiento de los ojos, sequedad de boca y aumento del hambre.
Desde el punto de vista psicológico, parece que se produce una disminución del funcionamiento intelectual dado que el THC – que puede distorsionar la percepción sensorial de la realidad, aumentar la hilaridad y la locuacidad durante varias, afectar a la capacidad para pensar normalmente, a la memoria y a la coordinación normal de los movimientos.
Si se consumen dosis muy altas puede provocar paranoias, alucinaciones y episodios de pánico.
Si al consumirlo se mezcla con otras sustancias, como el tabaco o el alcohol, los efectos pueden agravarse y, sobre todo, crear una adicción aún mayor –especialmente en el caso del tabaco, ya que las sustancias que conforman los cigarrillos comunes son altamente adictivas-.
A largo plazo pueden acentuarse los efectos inmediatos, provocar daños irreparables en las neuronas y generar alteraciones permanentes en el estado de ánimo, pérdidas de memoria o problemas de sueño que impidan desarrollar una actividad personal o profesional de forma normal.
Su consumo todavía es más preocupante cuando se ininicia en la adolescencia ya que durante esta etapa adolescencia el cerebro sigue su desarrollo y muchos procesos y funciones se consolidan en esta etapa. Una de las funciones más importante de esta etapa es el autocontrol. El consumo de cannabis durante la adolescencia afecta la correcta consolidación del autocontrol y ello pasa factura a las etapas siguientes.
Forum Terapeutic Girona ofrece una metodología personalizada y seguimiento médico continuado. Contamos con una alta tasa de éxito de recuperación, tratando cada problema del entorno de nuestros pacientes, sobre todo el que concierne a los familiares.El tratamiento consta de 4 fases:
DESINTOXICACIÓN
Conducido por el médico psiquiatra del centro que evalúa el estado del paciente con el apoyo de la psicóloga y un terapeuta. Se realizan visitas individuales con el paciente y la familia.
DESHABITUACIÓN
Se profundiza en la aceptación y conocimiento de la enfermedad y se avanza a través de los estímulos externos de forma guiada, gradual y protegida, aprendiendo a incorporar hábitos de comportamiento saludables.
REHABILITACIÓN
Recuperación de las habilidades pérdidas o no desarrolladas por el paciente a causa del consumo y control de impulsos, reducción de ansiedad y mejora de las habilidades personales y sociales del paciente.
REINSERCIÓN
Supone un paso importante de cara a la plena reinserción psico-emocional. Se trabajan el conocimiento personal y autocontrol, los riesgos del hábitat del paciente y los comportamientos saludables a desarrrollar.
Estas fases van acompañadas del apoyo de todo el equipo terapéutico de nuestro centro, psiquiatras, psicólogos, terapeutas, monitores, enfermeras, así como de la ayuda de los familiares de los pacientes.